lunes, 17 de noviembre de 2008

Modernización.




A mediados del siglo XIX se comenzó a desarrollar en el país un conjunto de profundas transformaciones que permitieron adecuar el Estado y la sociedad a las nuevas realidades y a las crecientes demandas de un mundo industrializado en expansión, proceso que llevó a la progresiva modernización del Uruguay. También fue un período en el que se ejerció una actividad sin límites, en la que no se mantuvieron garantías ni
formas constitucionales para los derechos fundamentales del hombre: la vida y la libertad, en la etapa del militarismo.
La modernización del período militarista buscó transformar tres grandes áreas: el agro, el Estado y la educación.
En el agro el alambramiento de los campos y el código rural tendieron a consolidar la propiedad privada de la tierra y el ganado incorporando nuevas formas de producción.
En cuanto a rol del Estado éste se organizó como una entidad fuerte y eficiente ligado a la Constitución de obras públicas y al fomento de la actividad privada. El gobierno de Latorre impuso el principio de autoridad del Estado por métodos expeditivos.
El ejército apoyó a la policía y así el abigeato, “matrerismo” y la vagancia fueron duramente perseguidos. Para ello contó con elementos fundamentales como los fusibles remington y mauser, el ferrocarril, el telégrafo y el correo. Los fusiles remington y mauser tenían mayor alcance de rapidez comparados con el armamento tradicional y un valor que los ponía fuera de las posibilidades de compra de los particulares transformándose en un recurso exclusivo del Estado. El ferrocarril tuvo un gran desarrollo. Hacia 1980 había 287 km de vías férreas aumentando su tendido progresivamente hasta unir los puntos más alejados del territorio. En 1886 se inauguró un puente fundamental para la unificación del territorio: el puente sobre el río Negro. El telégrafo aseguró un medio de comunicación muy ágil para transmitir información de y hacia Montevideo desde los lugares más lejanos de la República.
Se utilizó diariamente para enviar órdenes y hacer cumplir disposiciones del gobierno. El correo fue estatizado creándose la dirección y administración general de correos, con mas de doscientas agencias en todo el país.
Los resultados de estas transformaciones fueron de tal magnitud que el presidente de la ARU Domingo Ordoñiana afirmaba en 1877: “va siendo habitable la campaña…”.
En materia de justicia durante la época de Latorre se establecieron juzgados letrados departamentales, se promulgaron el código de procedimiento civil, el de instrucción criminal y el Código Rural; se creó el registro de embargos e interdicciones judiciales y se sustituyeron los alcaldes ordinarios por jueces letrados.
Paralelamente se fueron ampliando las funciones del Estado. Se registró un gran avance en materia de secularización es decir en un proceso de control y desempleo de funciones que tradicionalmente llevaba a cabo la Iglesia.
En 1879 Latorre creó el registro civil organismo encargado de registrar nacimientos, de funciones, matrimonios, reconocimientos y legitimaciones.
En 1885 se aprobó la ley de matrimonio civil obligatorio que solo reconocía como legítimo el matrimonio celebrado ante la ley. En el mismo año nacía la ley de conventos que ejercía la autorización del poder Ejecutivo para la creación de conventos. Se crearon nuevos departamentos: Río Negro (1880), Rocha (1884), Rivera. Artigas, Treinta y Tres Y Flores (1885). Con el objetivo de disminuir las dimensiones temporales de los departamentos mejorando así su gobierno y adminisración.

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