domingo, 23 de noviembre de 2008

LA MUJER EN LA MODERNIZACIÓN.


La esposa ideal en esta época es una mujer sumisa, callada, obediente, económica, madre y esposa que solo debía ocuparse de su hogar. Su única responsabilidad se encontraba en el ámbito de su casa, en la práctica de los que haceres domésticos: cocinar, lavar, limpiar la casa, coser, criar a sus hijos y atender a su esposo. Se consideraba que la mujer sin dedal era una mujer horrible; el dedal era el símbolo de los deberes de la mujer y por lo tanto muestra que ella se debe solo a su familia, el ámbito de acción es dentro de la casa.

La buena esposa obedece a su marido. No importa que no sepa francés siempre y cuando sepa español y obedezca a su esposo.

Debe saber cocinar y remendar en lugar de decir poesías o hablar bien.

En resumen la buena mujer es cristiana y trabajadora.

Las amigas recomendables deben ser también casadas y obedientes; no convienen las solteras. Como cualidades se resaltan los sentimientos religiosos, lenguaje decente, modales delicados, humildes, etc.

No convienen las mundanas, ni las presumidas, ni las amigas del lujo.

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